1. Las reinas de la oficina (II)


    Fecha: 06/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: tuarek, Fuente: CuentoRelatos

    ... valía la pena
    
    Edith: cómo!? Que perra… me mandaste para probarlo!
    
    Elsie: pero que bien que lo probaste… ahora quiero yo
    
    Ahí paró el video.
    
    Estaba sorprendido y sin palabras, se me había calentado la sangre y no sabía que decir, me calenté de solo escuchar eso y mire a Elsy, le brillaban los ojos y tenía una sonrisa de placer al ver mi reacción.
    
    -Sígueme- me susurro al oído al levantarse de su silla y saliendo de la oficina, yo quede viendo hacia mis compañeras y ellas esbozaron una sonrisa de complicidad que no esperaba.
    
    Iba detrás de ella admirando sus pantorrillas, viendo el contoneo de sus nalgas y cuando llego a la puerta de la oficina me pegue detrás, entramos y ella se arrimó al escritorio, me fui sobre ella abriéndole la chaqueta, sus pechos altivos y bien parados, fui por ellos, quería sentirlos, apretarlos y dejarlos a la luz para comerlos, la senté sobre el escritorio y le afloje la blusa y comencé a chuparle los pechos.
    
    Sus pechos estaban firmes, sus pezones duros y bien parados, con una aureola marcada y rugosa, que lamí y lamí. Ella me rodeo con sus piernas y fui acariciando sus muslos, la hice inclinarse sobre el mueble, subí su falda cuanto pude y baje la cabeza por su cintura hasta llegar entre sus piernas, pegue mi cara entre ellas, eso la hizo dar un suspira largo, comencé a morder y estimularla, rápidamente se calentaba y sentía como se mojó, su olor de mujer caliente me invadió por la nariz. Ella inclino la cabeza con el pelo cayéndole enfrente, como ocultando la cara para que no se viera su reacción.
    
    Abrió más las piernas cuando pase las manos por sus nalgas y luego a sus pechos, mi cara entre sus piernas y mi lengua saboreando sobre su pantaleta, la humedad que brotaba; jale con mi boca su prenda, y con una mano termine de deslizarla por sus piernas, ella colaboró acomodándose, ahora tenía vista a sus carnosos labios vaginales, que brillaban ante mis ojos, mi verga su puso dura, pero aun quería calentarla más antes que nada, así que ahora pase mi lengua libremente en su coño, eso la hizo chillar. Seguí agarrando sus pechos y frotando sus piernas, mientras ella trataba de alcanzar mi espalda para jalar de mi camisa, pues solo me agarraba el cuello. Se estremeció varias veces antes de que terminara de darle con mi lengua y explorando con dos dedos en su coño.
    
    Ya mi verga estaba bien dura, me desabroche el pantalón y me pegue a sus nalgas, metí la mano bajo la pantaleta y sentí su vello púbico, fui frotando y metiendo cada vez más, hasta que mi mano se empapó en sus secreciones cálidas y palpe entre sus labios vaginales, estaba muy mojada, se estremeció cuando mis dedos entraron, se apoyó contra la pared e inclinó el torso hasta que su cabeza se apoyó contra la pared, sus nalgas ahora se ofrecían directamente contra mi verga. Aunque corta, fue una cogida intensa, me corrí con ganas y ella me dejo hacerlo dentro “no te asustes, tomo la pastilla”, me dijo cuándo trate de sacarla y apretó más sus piernas ...