1. El pastor rumano


    Fecha: 05/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Sigue chupando que me estás volviendo loca y ya no me queda mucho para correrme.
    
    Eso hizo que Vladi se aplicara a dar lengüetazos en la rajita mojada de mi mujer. Yo veía como su lengua recorría la vagina de Mari por todos los sitios, alternando movimientos rápidos con movimientos lentos. Se notaba que ella estaba disfrutando muchísimo, se agarraba las tetas con las manos y se retorcía los pezones, jadeando y gimiendo. Yo estaba excitadísimo y empalmadísimo, y me acerqué un poco más para disfrutar del espectáculo. Ella me miró y acercando una de sus manos para que la agarrara me dijo:
    
    Uffff cariño, como estoy disfrutando de esta lengua. Ya no me queda nada para correrme.
    
    Lo mismo me pasa a mí – dije tocándome mi polla.
    
    No, cielo, aguanta, que me da que esto va a ir para rato. Parece que hemos encontrado un buen semental.
    
    Vladi separó la cabeza de las piernas y dijo:
    
    Vaya elementos que estáis hechos.
    
    Calle y sigue chupándome el coño, que te voy a llenar la cara de babas en un momento como sigas así.
    
    Pues venga, córrete rápido que tengo ganas de follarte, puta. Tengo ganas de descargar yo también.
    
    Dejaron de hablar y se dedicaron a lo que estaban haciendo, él a lamer y chupar y ella a gemir y jadear. Mari aceleró sus jadeos y empezó a mover exageradamente las caderas y a cerrar las piernas en torno a la cabeza de Vladi para que este no se pudiera mover ahora que ella estaba recibiendo mucho placer.
    
    Uffffff ya me corro, aquí está. Siiiiiiiiiiiiiii, no pares ahora, sigue, sigue…. – empezó a vocear ella.
    
    Agitó sus caderas un poco más y se quedó relajada encima de la mesa, mientras dejaba caer las piernas. Pero Vladi no la dejó ni recuperarse. Volvió a agarrar las piernas, se agarró el rabo por la base, apoyó el glande en la raja de mi mujer y sin compasión la hundió dentro en toda su longitud, lo que hizo que mi mujer levantara las caderas para poder acomodar mejor aquel pollón dentro de su vagina y lanzara un fuerte gemido de placer. Empezó a mover las caderas adelante y atrás y con cada movimiento la barra de carne entraba y salía de mi mujer. Veía el pollón cada vez más brillante de lo lubricado que estaba el coño de Maricruz. Alternaba movimientos rápidos y lentos, se notaba que era un buen follador y que sabía lo que hacer con lo que tenía entre las piernas. Mi mujer con cada embestida lanzaba un gemido, que cuando él aceleraba el ritmo se convertía prácticamente en un grito continuo de placer. Sus tetas se bamboleaban tumbadas en la mesa, así que tuvo que agarrárselas para que no la molestaran. La situación era muy morbosa y guarra. Yo ya estaba a punto de correrme y casi sin tocarme. Cuando mi mujer vio salir la leche de mi polla, me dijo:
    
    Asiiii mi niño, córrete bien a gusto. Yo también me estoy corriendoooooooo, diosssssss.
    
    Vaya dos – dijo Vladi. Que rápido te has corrido, Pedro, no me extraña que esta mujer tan puta que tienes vaya pidiendo polla. Mírala como se corre…….
    
    Ummmmm decía ella. Ponme a ...
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