1. A los 12 años con la hermana de mi mejor amigo


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anonimo, Fuente: SexoSinTabues30

    ... suavemente el pecho y el abdomen, era un suave cosquilleo que me recorría por todos lados, y me retorcía y ella parecía disfrutarlo demasiado.
    
    De repente, llevó sus manos hacia mi pene, lo sacó, creo que lo admiró de ver lo erecto que estaba, y sin previo aviso se lo metió a la boca y comenzó a chuparlo. Simple y sencillamente, era lo más delicioso que había sentido en la vida. Estaba gimiendo, y de repente, ella se detuvo y me dijo. «No quiero hacerlo hasta que termine y te vengas dentro de mi boca, quiero que eches tu leche dentro de mí». Se quitó el brassier, y dejo a la vista sus relucientes pechos. «Primero quiero que mames mis pezones», me dijo, y los llevó hacia mi boca. Mientras los chupaba, ella gemía de placer. Finalmente, los sacó de mi boca y de repente comenzó a besarme todo el cuerpo. Llegó a mis labios y me plantó un beso tan apasionado que jugamos con nuestras lenguas un buen rato.
    
    Ella se quitó las bragas y me sacó los boxers, quedando comepletamente desnudos. Ella se montó sobre mí pene, su vagina ya estaba muy húmeda y mi cosita se deslizó sin grandes problemas. Comenzó a cabalgar sobre mí, y el placer fue amentando. Cada vez se sentía más rico y más rico. «Que rico, que rico…,», decía. Sentí que el semen se acumulaba en la base de mi pene cuando ya casi llegaba al orgasmo. Aahh, que rico, se sentía, y en ese momento, finalmente, sentí como el semen brotaba por la punta de mi pene y se descargaba en la panocha de la hermana de mi mejor amigo. Ella gritó como una loca cuando llegó al orgasmo. La sensación era igual que masturbarse, pero más intenso, se sentía mucho más rico.
    
    «Ahora te toca a tí, yo me pongo boca arriba, tu te subes y sacas y metes hasta que te vengas nuevamente dentro de mí», me dijo. Mi pene se volvió a poner erecto y lo lleve hacia la vagina de ella. Estaba húmeda por sus jugos y por la leche que antes había descargado dentro de ella. Nunca había cogido antes, pero era como si mi pene encontrará institntivamente aquello para lo que la naturaleza lo había destinado. Lo metí y comence a bombear. Era delicioso. Seguí bombeando cada vez más rápido, aahh, que rico. Mis piernas se cansaban, «Ahh, que rico», decía ella. Sentía que el semen salía y el placer no dejaba de aumentar. Ella soltó un grito muy fuerte cuando eyaculé con las últimas fuerzas que tenían mis piernas. La sensación de estar sobre una mujer tendiendo sexo era mucho mejor todavía. Estaba exhausto, pero feliz. Sentía que me había pasado un auto encima. Me recosté a un lado de ella y ahí estuve un rato. Después ella me dijo que sus papas podían llegar. Me vestí y me fui a mi casa. Había pasado un rato maravilloso con la hermana de mi mejor amigo. Era estupendo, y la verdad es que no fue la única vez que me la cogí. 
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