Cogiendo con la vecina (prima) - Relatos Eróticos

Cogiendo con la vecina (prima)

... lugar que no quería estar en la cocina, rápidamente la dirijo a mi habitación ya que la de mis papás aunque es mas grande siempre esta ocupada la cama por los peluches de mi hermanita, al estar dentro de la habitación me pide que deje libre mi miembro que desea poder satisfacer su curiosidad, sentirlo con las manos, acariciarlo suave y lentamente, sentir su aroma y probar su sabor, ya mientras estaba ahí sentado al borde de mi cama ella lentamente comienza a lamer mi pene y mis testículos con una habilidad monumental imagino producto del sexo oral que ha de experimentar con su novia una y otra vez, era tanto el placer que sentía al pensar que seria yo quien probara por primera vez la profundidad de la vagina que hasta el momento aun se encontraba guardada bajo esos jeans blancos entallados y esa fina tanga de la cual solo pude observar ligeros detalles, en ese momento ya no pude contenerme y empecé a besarle el cuello soltando su bra con algo de dificultad para dejar al descubierto sus pechos los cuales en principio parecían pequeños pero al ser liberados de su prisión hicieron resaltar los bellísimos y enormes pezones rosas que tenía así como el que no sabia comprar ropa a su medida lo cual hacia que sus encantos se ocultaran haciendo parecer mas pequeños sus senos de lo que realmente eran, comencé por besarlos y lamer ligeramente su pezones los cuales reaccionaron casi instantáneamente poniéndose bien paraditos e hinchados, suavemente baje mis manos por su cintura y su abdomen totalmente plano y terso hasta llegar al cerrojo que me haría llegar al cielo, era un pantalón de botones sin cremallera, así que fui soltándolos uno tras otro cada uno de los 4 y por fin pude deslizar esos jeans hacia abajo dejándola únicamente en esa sutil tanga color hueso que se guardaba juguetonamente entre sus nalgas dejándolas ver claramente a detalle lo bien paraditas que estaban, justo cuando toque su tanga sentí como estaba húmeda mientras desprendía un aroma tan característico demostrando que estaba lista para ser embestida, de golpe me pide que pare que por favor no le penetrara, mientras una lagrima rodaba por su mejilla, pero ya en ese momento mi nivel de perversión estaba al mil por lo que antes de que pudiera decir nada y sin retirarle la tanga la tire boca abajo sobre mi cama, la tome por el cabello mientras enfilaba mi miembro hacia lo profundo y húmedo de su ser, suelta unos gemidos y mientras suelta unas lagrimas y me pide que pare le pongo mi boxer en la boca y le agarro del cuello diciéndole que no puedo parar, le doy dos nalgadas antes de entrar es su húmeda panochita y noto que sus lágrimas habían desaparecido y en su lugar una tierna sonrisa se dibujaba en su rostro, se saco el boxer de la boca y me dijo que jamás le habían tratado como una sumisa que su novia siempre le hacia caso y paraba cuando ella lo pedía y buscaba sentirse así algo maltratada como si la castigaran, así que sin dudar seguí metiéndole y sacándole mi miembro, de pronto vi como ...