1. La nueva profesora de inglés


    Fecha: 26/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: valenciano41sd, Fuente: CuentoRelatos

    ... iba inventando a medida que hablaba porque era algo que no estaba en los planes del curso del tercer nivel. En cierto momento ya Sandra estaba cansada e incómoda y estaba decidida a irse, se levantó de la silla y se dirigió a la puerta donde el viejo la alcanzo justo al momento en que ella pensaba abrir, se le acercó por detrás hasta que ella lo sintió bien pegado a ella, totalmente arre costándose en su trasero mientras le dije en voz bajita, aun no te he dicho como es el pago, mientras la punteaba en las nalgas con su pene, Sandra sintió nuevamente una descarga y sin quererlo soltó un muy pequeño gemido pero que el viejo Barceló reconoció al instante y no perdió tiempo para darle otro puntazo en las nalgas mientras le decía cuanto le podía pagar, Sandra trato de recobrar la cordura cuando le dijo que no era lo que buscaba pero el viejo zorro se le acercó al oído y le dijo:
    
    - Seguro que esto no es lo que estás buscando perrita, y acto seguido paso una mano por delante de ella y le agarro una teta, a Sandra su cuerpo la traiciono y sin darse cuenta arqueo la espalda y levando más el culo, ofreciéndoselo más si se podía al viejo Barceló, Sandra sintió una lengua en su oreja y seguidamente se hizo a un lado, abrió la puerta y salió de prisa, al momento de salir Barceló le grito, el trabajo es tuyo si lo quieres, comenzamos el próximo lunes
    
    Sandra llego corriendo a casa, aun su esposo no llegaba, corrió al baño y se comenzó a tocar, a tratar de calmar la fogata que llevaba por dentro, se tocaba las tetas, las nalgas, la vagina, comenzó a masturbarse y a repetir un solo nombre, Ernesto, Ernesto, Ernesto repetía una y otra vez, cuando finalmente pudo acabar casi se desmaya de placer, sus flujos caían por sus piernas y apretaba sus manos entre ellas. Luego finalmente se recompuso y trataba de entender lo que había pasado, se decía a si misma que era el calor del día que la había hecho acalorar pero se sentía segura porque mientras se tocaba repitió una y otra vez el nombre de su esposo o amenos eso quería creer…
    
    Continuará 
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