1. Cibercómplice a primera vista.


    Fecha: 24/04/2019, Categorías: Hetero Autor: destrangis, Fuente: RelatosEróticos

    ... encuentro.
    
    Al día siguiente, fui al restaurante donde ella me dijo. De repente apareció. Llevaba un hermoso vestido que dejaba ver unas preciosas piernas, con un gran escote coronada por esas dos maravillas que tantas veces había deseado y que tanto me ponían. Nos saludamos tímidamente al principio, pero nos fuimos soltando con el transcurso de la cena. Tomamos bastante vino, así que nada más terminar el postre no hicieron falta más palabras. Nos bastó una mirada para pagar la cuenta e irnos al ascensor camino de su habitación. Nada más cerrarse las puertas nos abalanzamos el uno al otro y nos fundimos en un apasionado beso. Nuestras lenguas se entrelazaron mientras nuestras manos recorrían nuestros cuerpos sobre nuestras ropas. Apenas pudimos entrar a su habitación porque no podíamos separar nuestros labios.
    
    Ya dentro, me coloqué de pie detrás de ella. Besé delicadamente su cuello, mientras ella cerraba los ojos y se dejaba hacer. Mis manos subieron desde su cintura hasta sus hombros hasta deslizarse hacia adelante. Mis dedos se iban acercando peligrosamente hasta sus generosos pechos. Avanzaban despacio sobre la tela de su vestido. No llevaba sujetador, cosa que me excitaba muchísimo. Rocé sus duros pezones sobre la tela de su vestido y ella suspiró de placer. Yo ya tenía mi polla dura y la apoyé sobre su culito para que la notara. Yo seguía besando y lamiendo su cuello mientras liberé aquellas tetazas. Por fin eran mías! Las acaricié poco a poco hasta llegar a sus grandes pezones que tanto me ponían. Las toqué a mi antojo, amasándolas con mis manos, intentando abarcar todo lo posible, hasta que ella no pudo más y se dio la vuelta para plantarme un intenso beso. Me desvistió de cintura para arriba, acariciaba mi pecho, lo besaba, lamía mis pezones. Yo no dudé en devolvérselo y me aferré a sus pechos con mi boca. No podía parar de lamer, chupar, mordisquear sus ricos y duros pezones que me volvían loco mientras ella acariciaba mi cabeza y me atraía hacia ella. Me entretuve un buen rato con sus tetas, hasta que ella misma me levantó la cabeza, me besó y de un empujón me hizo sentarme en la cama. Se quitó el vestido, dejando a la vista unas braguitas muy sexys. Mi polla estaba dura como un palo de hierro esperando a ver lo que sucedía. Fue bajando sus braguitas poco a poco, insinuándose como hacía por la web cam, enseñando su precioso culito pero dejando entrever su conchita. Me moría de ganas de ver su rajita en todo su esplendor! Cuando se deshizo de sus bragas y la contemplé creí que se me salía el corazón. Aquello que siempre había deseado ver lo tenía delante de mí. Aquella vulva bien cuidadita y mojada me ponía a cien. Ella se acercó a mi y me desnudó del todo. Me tumbó de espaldas a la cama y fue hacia mi polla relamiéndose. Ya sabía lo que iba a pasar. Lamía mi polla como una experta, pasando su lengua por todos los rincones posibles. Yo estaba extasiado y me moría de ganas de devolverle el favor. Así que, pasé mi mano por su culito ...