1. Continuación de Silvia... Ahora es con Laura.


    Fecha: 21/04/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Lamentablemente a los pocos meses Silvia se casó y se fue vivir con su pareja, aún nos frecuentabamos haciamos fiestas en su nueva casa, pero ya no hubo intercambio sexual... Por el momento.
    
    Mientras tanto yo, entre a la universidad y conocí a Laura una chica que estudiaba para ser enfermera, fue mi primer novia "formal" por lo tanto estaba muy enculado, ella vivía a media hora en autobús de la ciudad y otra media hora caminando a partir de donde te dejaba el autobús, era algo lejos la verdad. Aunque como era un pueblo casi fantasma, siempre había lugares donde fajar, coger y disfrutar de ella. Laura era gordibuena, de 1.65 de estatura, con unas tetas enormes, pezones café claro, piel clara un poco tostada por el sol, pelo negro, con cara pecosa y unos ojos color café claro. Su culo era grande y su vagina intacta, nueva con unos labios perfectos que te invitaban a probarlos, cuando estaba excitada se podía ver como se hinchaban, cuando la conocí ella casi siempre llevaba las axilas con vello y le gustaba usar sandalias (cosa que a mi me excitaba). Los pies de Laura fueron mi obsesión, del número 6, unas hermosas plantas blancas y su parte posterior tostada por el sol, sus dedos eran largos y con un pequeño callo en un dedo, como ella estudiaba enfermería casi siempre usaba zapatos cerrados por lo que al quitárselos olían delicioso, yo podía estar horas adorando ese par de pies, pero a ella le molestaba eso.
    
    De hecho era muy cerrada en el aspecto sexual, me costó mucho trabajo convencerla que me pajeara con los pies y el día que lo hizo fue un desastre... Se puso a llorar, bueno ella pensaba que la trataba como a una prostituta por pedirle esas cosas (yo le decía que no todo era misionero) a veces me veía como un bicho raro, ni pensar en decirle que me dejara probar sus pies, en todo lo demás era generosa, le gustaba que le comiera las tetas, lo cual siempre hacia para excitarla... Yo no era un experto, pero siempre quería hacer algo nuevo o diferente.
    
    Después de 2 años de relación, ella ya siendo una enfermera y yo a base de regalos podía acceder a sus pies, ella fue quien accedió a usar pedicura verde y naranja fosforescente en cada pie a cambio de que le regalara más pinturas de uñas (cosa que a mi me gustaba hacer), también le regale un celular (cuando apenas entrábamos en la gama de pantalla de color), zapatillas y demás cosas. Gracias a eso podía acceder a sus pies, ella con el tiempo se fascinó por que yo masajeara sus dedos largos de los pies.
    
    Ella notaba que me gustaba cuando sus pies apestaban y a veces llego a verme oliendo sus zapatillas del trabajo a escondidas. Solo cuando ella se embriagaba le salía lo guarra... Pero se los contaré después. 
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